A touch of cloth
Anne, la nueva compañera de Jack, llama a la puerta. Jack abre.
Anne – Inspector Jack Cloth?Jack – Who wants to know?– Anne Oldman.– So, where is he?– Anne Oldman, you new DC.– My new DC’s not an old man. It’s some top-of-her-class Hendon graduate.
Puntuación: Al inicio con 3 de 5 pero baja. Chistes lingüísticos (mejor verla en versión original) y basados en tópicos policiales.
Empezamos este informe con, posiblemente, la menos conocida. A touch of cloth hereda algo del humor semántico de Atrápalo como puedas y lo usa en su primera temporada para ironizar sobre el género (como el teletransportarse de la comisaría a la escena del crimen o las relaciones entre los diversos agentes). Jack Cloth, su protagonista, es el policía borracho que se ha alejado del cuerpo tras una mala experiencia y Anne Oldman, su nueva compañera, lo reclama para una nueva investigación de asesinato.
Es una serie divertida pero, sobre todo si la ves de una sentada, peca de repetir varios chistes (la cita que he puesto se repite muuuuuchas veces, de distintas maneras). Su primera temporada es un divertimento con mucho humor inglés. Sin embargo las siguientes temporadas fueron bajando, pese a que sus actores la defendían a capa y espada. Incluso llamaron a Karen Gillan, tras su éxito en Doctor Who, para el rescate. La serie, una vez gastados muchos de sus chistes, evoluciona poco a poco al surrealismo y en ese mundo el espectador se puede sentir menos cómplice.
Angie Tribeca
– Aquí tenemos ejemplos de estatuas romanas y griegas bien conservadas, pueden ver que son una representación del cuerpo humano ideal, excepto éste, por supuesto, que es un Cupido gordo y desaliñado, dios del amor. Se ve que lo que más amaba era la pizza.
Puntuación: Otro 3 de 5, quizá un 4 en su primera temporada por su frescura pero luego un 3 porque se mantienen al mismo nivel.
Angie Tribeca es una serie de la cadena TBS que llegó con la intención de hacernos reír como lo hacíamos hace años viendo películas como Hot Shots o Top Secret. Un humor súper-ridículo que hará las delicias del telespectador de risa fácil, aunque también habrá quién la tilde de superficial porque muchos chistes son demasiado simples. Con chistes lingüísticos y visuales busca la risa directa y sin complicaciones.
Angie Tribeca es el nombre de la protagonista, a la que acompañan su compañero Jay, el jefe (y muchas cosas más) Chet, el compañero negro DJ y el mejor detective (y personaje) del mundo: el perro Hoffman. La serie se ríe del género policial con soltura, frescura y chistes rápidos de todo tipo (puede que no te guste uno pero el siguiente quizá si). Sigue una trama general en cada temporada y con una gran trama de fondo entre todas ellas que sirven para darle aún más consistencia. Lástima que fuera cancelada en su cuarta temporada.
Archer
Archer – Una tonelada de cocaína.Malory – Pues…Lana – ¿Qué? ¿Cómo? Venga ya.Archer – ¿Qué pasa Lana? Estaremos hablando…Cyril – ¿En total? De cincuenta o sesenta millones.Lana – Total, que montamos un cártel.Malory – Bueno… no creo que sea muy difícil, en serio. Si los mejicanos pueden…
Puntuación: Humor adulto (no para todos los públicos) de un 3 de 5.
Permitan que me salga por la tangente. Si miran un póster de Archer se darán cuenta a la primera. Nos separamos un poco del círculo policial con una serie de animación que se basa una agencia de espías (I.S.I.S.), al más puro estilo James Bond. Como su propio creador, Adam Reed, decía “Archer es lo que James Bond es en realidad” (un borracho supremacista mujeriego).
La serie se sitúa en el la franja del humor adulto, es decir, toques de humor negro, gamberro, absurdo y ningún pudor en general. Y. aunque parezca que el tema da para poco, el desfile de idas de olla con los personajes es bastante destacable. Y esperen violencia.
Además la serie se reinventa para no perder frescura. De repente en una temporada ISIS se dedica al trafico de droga o, aprovechando que Archer entra en coma, la sitúan en los años cincuenta. No busquen más sentido que el propio disfrute y el darse cuenta de cuántas metareferencias detectan.
Backstrom
Backstrom – Estoy declarando profesionalmente a éste suicidio como un probable homicidio.
– ¡¿Qué?! ¿Basado en qué?
– Gravely… Homicidios: el departamento paga las comidas. Suicidios: pagamos nosotros. ¿Quién quiere un desayuno caliente?
Puntuación: Para mi la mejor en su inicio, 4 de 5, pero luego es una caída libre.
Backstorm fue uno de mis mejores descubrimientos. La serie no se puede considerar de humor, más allá del personaje principal. Un detective pasado de vuelta, tan cansado de su vida y su oficio que se dedica a torpedear y dinamitar toda la lógica de una investigación policial y hacerlo todo a su modo. Borracho, putero, mal hablado, racista… Un «perla» que se convierte en la razón de ser de la serie.
Sin embargo, más allá del capítulo dos, el personaje y su potencia desaparece. Se convierte en un descafeinado con leche natural de soja y sacarina. Y no aguanta. No tiene la fuerza de otras series de investigación y pierde su único atractivo. Sin embargo algún día leeré las novelas de Leif G.W.Persson, en las que se basaban la serie, sólo con la esperanza de reencontrarme al verdadero Backstrom.
Brooklyn Nine-Nine
Jake Peralta – Las reglas están para ser rotas
Amy Santiago – Fueron hechas para ser seguidas, nada ha sido hecho para estar roto
JP – Uh, piñatas
Rosa Santiago – Glow sticks
JP – Tablas de karate
RS – Spaghetti cuando tienes un bowl pequeño
Puntuación: ¿Cual es el máximo? El máximo +1
Brooklyn 99 es una sitcom centrada en una comisaria 99 de Brookling y sus particulares agentes del turno de día. La serie comienza cuando un nuevo capitán, Raymond Holt, un experimentado policía quien ha sufrido de discriminación debido a su declarada homosexualidad y color de piel, pretende hacer de la comisaria el orgullo de la ciudad. La serie rompe con todos los posibles tópicos desde el primer capítulo, dejando de lado cualquier conflicto entre los agentes y el capitán, y se centra en los casos y en el día a día de la comisaria de una manera abiertamente cómica y refrescante. Quiero destacar los capítulos recurrentes de Halloween y en los que aparece Doug Judy, el archirival del agente Jake Peralta.
Castle
Castle – No me digas. ¿No crees en el destino. ¿En las almas gemelas?
Beckett : No
C: ¿Unicornios? ¿Hadas? ¿Sirenas? ¿No creías que tus muñecas se levantaban por la noche a jugar con tus juguetes?
B: Lo siento.
C: A ver si adivino: eras de esas insufribles niñas de 6 años que dejan de creer en Papá Noel porque deducen que no puede viajar más rápido de la velocidad de la luz.
B: Yo tenía 3 años y no teníamos chimenea.
Puntuación: 2 de 5 ya que el humor no es su eje central. Y, además, bajará al pasar las temporadas.
Seguramente la más conocida de todas las que estamos recordando. A diferencia de otros ejemplos esta serie se toma los casos relativamente en serio y la gracia está en sus personajes. Primero Richard Castle, un escritor de novela negra, muy de tópicos, que se queda sin ideas al matar a su protagonista. Infantil, caprichoso, veleta y con el ego como un campanario. Se acopla a Kate Beckett, una potente inspectora de homicidios, con la intención de tener inspiración para nuevos libros.
Y este choque de maneras de ser es la que da el humor a la serie. Sobre todo cuándo la química empieza a rodar y Kate empieza a jugar con Richard. Una química envidiable, desde mi punto de vista, que, sin embargo, va decayendo con el tiempo (hasta ser nula). Es entonces cuándo la serie intenta redirigir su alivio cómico hacía protagonistas secundarios (como Ryan y Expósito). Sin embargo la química no se recupera y los guionistas toman extrañas decisiones que hacen que la serie se separe totalmente de la comedia. E incluso que pierda su fuerza como opción policial.
Los hombres de Paco
Lucas – Lo que tenemos que hacer es un «pregolpe», pues para frenar el golpe, ¡coño y nos coronamos!Paco – Ya, y el contragolpe ¿no? coño Lucas que no somos el Athletic, que a nosotros esto nos viene grande.
Puntuación: 2 de 5, al principio se centra más en el humor y los planes que salen mal y luego va perdiendo humor para ganar en drama.
Una de las series españolas más famosas, donde se juntaron un montón de caras conocidas, y no tan conocidas pero que ganaron mucha fama con la serie. La historia comienza siguiendo el día a día del inspector Paco Miranda, trasladado a la comisaría de San Antonio (ficticia) en Madrid. Allí se junta con los subinspectores Lucas y Mariano y juntos forman un equipo bastante atípico, resolviendo los casos de aquella manera, muy surrealista todo.
A medida que avanza la serie comienzan a tener más protagonismo otros compañeros, así como las relaciones amorosas y una trama un poco más «serializada». A mitad de la serie más o menos se abandona la comedia para dar paso al thriller con pinceladas de comedia, basadas sobretodo en compañeros como Povedilla y «el otro equipo».
Medical Police
Dr. Owen Maestro – Tenemos que infiltrarnos… y esta es una unidad médica.Dr. Lola Spratt – Aja.Dr. Owen Maestro – Y… ¿nosotros qué somos?Dr. Lola Spratt– ¡Solo amigos!Dr. Owen Maestro – Pero… ganamos dinero…Dr. Lola Spratt – ¡Vendiendo ropa en Ebay!
Puntuación: Depende de como te pille. Yo le doy un 3 genérico. Humor muy absurdo.
Esta serie se ríe del concepto de «consejeros de la policía» (como Bones o El Mentalista), Dos doctores se moverán por el mundo buscando la razón y la cura de un virus (sí, demasiado para la actualidad).
Sin embargo es una serie difícil de recomendar. El humor es de un absurdo que ralla lo simplista pero, si te gusta, entrarás rápidamente. Grandes dosis de meterse con los tropos (como el clásico de la metainformación que te ponen algunas veces en una serie). Mucha ironía interna y externa en una serie que, solo que tengas tres horas libres, te puedes ventilar.
Solo para amantes del género absurdo.
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