Big Mouth es una serie que estrenó su primera temporada en Netflix allá por Septiembre del año pasado y que ahora (mañana mismo) llega su segunda temporada, aprovechando el evento contamos un poco más de esta serie que no se por qué motivo me puse a verla ya que es una serie de animación y no suelo ser su target. A modo de ficha diré que es una serie de Andrew Goldberg (uno de los guionistas de Padre de Familia) y algún amiguete suyo más, la primera temporada tiene 10 episodios de unos 25 minutos de duración.
¿Qué podemos encontrar en esta serie?
Big Mouth es una serie que ahonda en muchos de los problemas que hemos vivido casi todos durante la adolescencia como la sexualidad, el cambio de olor (como el sudor, las partes íntimas…), el vello púbico y muchos otros que contaré más adelante pero a la que le pesa un primer episodio que se basa mucho en ese humor demasiado escatológico, un episodio que trata básicamente de pajas.
La serie gira en torno a dos chavales, Nick y Andrew, y sus amigos, entre los que encontramos chicos y chicas, y sus monstruos de la adolescencia, unos monstruos que están demasiado salidos hasta para unos adolescentes miedosos. Como a casi todos, la adolescencia les llega de golpe y sin aviso, cambian y se comportan de manera que no pueden controlar y eso influye en sus relaciones.
Así pues tenemos el susodicho capítulo de las pajas, de cómo la llegada de la pubertad cambia a un tímido chaval en un obseso pajero compulsivo y como tiene que controlar esa llamada de la naturaleza, o al menos intentarlo. Hay otro capítulo que trata de la llegada del período y de cómo cambian las chicas y cómo se pueden conocer a sí mismas. Así, capítulo tras capítulo, todos tratan algún tema fundamental como la homosexualidad, la inferioridad, el miedo al rechazo, el acoso… todo ello aderezado con humor, un humor muy bien usado en el que cobran cada vez más protagonismo, muy acertadamente, los monstruos de la adolescencia.
La serie tiene un ritmo ágil y la animación es vistosa, similar a la de Padre de Familia, y colorida, poco a poco entras en la historia y te ves reflejado en las vivencias de cada chaval o chavala, en la medida de tus vivencias.
Conclusión
Lo que me ha gustado de la serie es que si le das la oportunidad tras ese primer capítulo te encuentras con una serie muy inteligente que genera un debate moral, que nos recuerda todo aquello por lo que pasamos o pasaron nuestros amigos y por lo que quizá pasen nuestros hijos. Por supuesto habrá veces que coincida con nuestras vivencias y otras en las que no pero que entiendes que pueden darse perfectamente ya que todos hemos sido adolescentes aunque no lo recordemos o queramos olvidarlo.
Aunque a día de hoy conozco y sé muchas más cosas que no sabía por aquel entonces, saber lo que le pasa al sexo que no me ha tocado vivir es interesante. Creo que es una serie que invita a la reflexión y que, aún siendo una serie adulta, el padre más osado podría verla con su chaval adolescente, sobretodo aquellos capítulos que incitan más el debate como el del acoso.
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