[Reseña] River: la joya oculta del catálogo de Netflix Sin valoraciones aún

Pocas series me han fascinado tanto en los últimos tiempos como River. Una serie que no relumbra en el catálogo de Netflix, pero es una obra maestra.

River es una serie que se pierde entre todo el catálogo de novedades y series más populares en el inmenso catálogo de la compañía de la gran N. Pero como si de un tesoro se tratara, el intrépido explorador, a lo Indiana Jones, la encontrará al fondo, donde casi nadie mira, y tras quitarle el polvo sabrá que ha encontrado algo valioso.

Cuando muere tu compañera y mejor amiga.

El Inspector John River, uno de los investigadores más brillantes de la policía de Londres, debe indagar quien acaba de asesinar a su compañera y mejor amiga, la Inspectora Jackie Stevenson, a la que todos llaman cariñosamente ‘Stevie’.

Pero el Inspector River, no estará solo, se le asignará un nuevo compañero, el Inspector Ira King, para ayudarle en la investigación, pero, sobre todo, tiene la difícil tarea secundaria de cuidar de River.

River es una persona que sufre un trastorno mental. Padece de esquizofrenia y nunca se ha medicado. La muerte de la Inspectora Stevenson le provoca el estallido de un brote muy severo de la enfermedad. RIver confunde la realidad con la ficción, y habla con un elenco de personas imaginarias.

¿Qué la hace tan especial?

La serie cuenta con un montaje excelente, sobretodo el primer episodio, el que más fuerza tiene. La serie mezcla ambos mundos en los que River vive, el real y el fantástico, para llevarlo a situaciones dramáticas, cómicas e incluso a ayudarle a resolver asuntos personales o los casos.

Aunque River es una serie policiaca, la trama también orbita en analizar la vida de su protagonista, conocerle mejor y llegar a empatizar con él y su enfermedad. Ahí es donde juegan un papel muy importante los personajes secundarios, todos realmente bien interpretados que nos hacen meternos en la cabeza del protagonista.

Que la serie resplandezca tanto también se debe a la construcción de los personajes, y por supuesto, a los actores quienes los interpretan. El protagonista, interpretado por el sueco Stellan Skarsgård, hace brillar con luz propia al Inspector River, haciendo creíble su personaje.

Skarsgård es un actor que vive un momento dulce en su carrera, habiendo participado en las dos películas de Mamma Mia!, interpretar a Bill ‘el botas’ en Piratas del Caribe, ser el Profesor Erik Selvig en las películas de Thor y Vengadores, pero sobretodo es conocido por su participación en la mítica película de El indomable Will Hunting. Además, Skarsgård destaca en la reciente y aclamada mini-serie de HBO ‘Chernobyl’, y será el próximo Barón Harkonnen, en la serie ‘Dune’.

Conclusiones

Por buscar un contrapunto cercano, la serie River no se parece nada a Legión. Ambos parten desde un mismo punto de partida, la enfermedad mental de su protagonista. Sin embargo, cada serie toma dos caminos diferentes. Mientras que Legión hace un despliegue técnico y de efectos especiales espectaculares, River es más comedida y te va ganando gracias a las emociones y no a la acción.

Para describir esta serie no caeremos en los habituales tópicos como “es una serie que te enganchará” porque no es cierto. No te enganchará porque como buena serie británica es corta. Muy corta. River apenas cuenta con 6 episodios de algo menos de una hora de duración cada uno.

Ésta es sin dudas su mejor virtud. Tiene un espacio muy limitado para contarnos toda la trama, desentrañar la madeja de conspiraciones y hacer que los personajes evolucionen. Todos los capítulos son importantes, y el final es fantástico, con grandes dosis de luces y sonido.

“Pero, ¿luces y sonido en una serie policiaca?”, algo no me cuadra (te estarás preguntando, o no). Pues sí, y es que una de las virtudes de la serie es saber alternar entre la realidad y la imaginación desbordante del Inspector River.

River es una serie que te hará sufrir por el Inspector John River cuando lo pase mal, tenerle miedo cuando desate su peor parte, alegrarte por sus pequeñas victorias o reír con él (que no de él) con sus esperpéntica vida.

Nuestra puntuación: 4,5 cornetos sobre 5

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