La tercera entrega de Conquistas, que nos trae Yermo Ediciones, cuenta las historias tras las flotas canadienses (Enorus) y rusas (Adonai). Esta vez las historias de ciencia ficción, que Jean-Luc Istin nos presenta, nos ponen ante dos encrucijadas morales con el fin de evitar el fracaso de la misión.
La filosofía y la ciencia-ficción
Desde la novela de Frankenstein a la película de Blade Runner 2049, la filosofía ha encontrado en la ciencia ficción un género en el que se han sentido cómoda para presentar temas morales de manera creíble y asumible.
En general, la ciencia ficción cuenta como los distintos avances científicos, tecnológicos o sociales impactan en la humanidad o en el individuo. Aún así, la relación entre filosofía y ciencia ficción – o la literatura en general – no es sencilla y los limites no son claros. No todas las obras de ciencia ficción tienen un carácter filosófico.
Ted Chiang, autor de La historia de tu vida – libro en el que se basó la película La llegada – es quien a mi parecer mejor explico esta relación: “La ciencia-ficción hace creíble cualquier premisa de la filosofía”
Enorus
Guionizado por Nicolas Jarry y dibujado por Stéphane Crety, la quinta historia de conquista narra como la flota canadiense llega a su destino el planeta Enorus. Una intensa glaciación ha hecho de él inhabitable.
Sin recursos para llegar a un nuevo destino, el alto mando canadiense considera tomar una controvertida decisión: dejar atrás a gran parte de la expedición, para que el resto alcance su destino.
Mientras deciden quienes son imprescindibles y quienes no, aparece una alternativa. El almirante de la flota debe tomar una decisión que marcará al resto de la misión canadiense
Adonai
Guionizado por Nicolas Jarry y dibujado por Bertrand Benoit, la sexta historia de conquista narra como la flota rusa llega a Adonai, un vasto planeta boscoso habitado por una agresiva raza que da caza a los colonos.
Cuando el teniente Orlov lidera a sus hombres en una patrulla, descubre un importante secreto que podría cambiar las tornas en la guerra de guerrillas en la que se encuentra.
En mitad de un entorno hostil debe volver a la base a pie, cuando se topa con un complot que amenaza a sus hombres y el resto de la colonia.
La Filosofía en Conquistas
Uno de los problemas filosóficos mas conocidos es el “dilema del tranvía”. En él un tranvía corre fuera de control por una vía. En su camino se hallan cinco personas atadas a la vía, en otra solo se encuentra una persona atada. Pulsando un botón sería posible cambiar de vía. ¿Qué escogerías, salvar una o cinco vidas? ¿Qué vidas escogerías?
Aunque el dilema es bastante conocido, lo pocos saben es que lo que se cuestiona es si sabemos diferenciar entre causar un mal – donde interviene lo emocional – o dejar que este ocurra – donde entra en funcionamiento lo racional.
Una de las versiones más interesantes a este dilema es la de La Esperanza. En ella se nos propone una tercera opción, hacer descarrilar el tranvía. Un segundo botón haría descarrilar el tren, pero tendríamos el 50% de posibilidades de matar – si la maquina falla – a todas o salvar a todas – si la máquina funciona.
Habiendo explicado esto volvamos a los cómics. Cuidado spoilers.
Tanto Enorus como Adonai comparte una idea común: ninguna de las dos flotas ha conseguido llegar a su destino y sin los recursos suficientes para alcanzar una nueva escala es necesario sacrificar a parte de su población.
En Enorus nos ponemos en el papel de conductor del tranvía, viendo las consecuencias de tomar una decisión. La flota canadiense escoge a los indispensables y aunque el proceso es limpio – lo lleva a cabo una IA – aquellos que no son escogidos se rebelan. Los ánimos se calman cuando surge la oportunidad de asaltar la flota coreana, para robarles sus recursos. Si todo va bien toda la flota canadiense se salvará, pero condenará a toda la flota coreana será condenada.
Este capítulo además presenta la alternativa de la Esperanza. La flota Coreana esta cerca de los canadienses. Desesperados deciden asaltar a la flota Coreana para saquearles sus recursos. Entonces importante un personaje pregunta : «Hace poco querías matarnos a la mitad de nosotros… ¿Cómo estas seguro que no aparecerá una nueva solución en cuestión de horas?» Esta pregunta tendrá respuesta al final del capitulo, cuando un mecánico espacial arriesgue todo en un salto hiperespacial, en mitad de lo mas encarnizado del combate.
En Adonai, en cambio, nos vemos a aquellos que han sido desechados en esta elección. La interminable guerra de desgaste que la flota rusa lleva contra los habitantes del planeta no tiene como objetivo establecerse en él. El alto mando desea que los “prescindibles” mueran, mientras que los “indispensables” preparan el siguiente salto. Tomando el papel de los dispensables vemos la reacción que ocurre cuando aquellos que son escogidos para morir son conscientes de la decisión. ¿Qué harán entonces? ¿Se resignaran a morir o intentaran levantarse contra aquellos que tomaron la decisión?
Conclusión
El tercer tomo de Conquistas ha superado a sus predecesores en muchos sentidos. Poco a poco empezamos a ver la relación entre las historias de las distintas flotas y descubrimos parte de que motivo a la humanidad a abandonar la Tierra.
Sin duda el tomo que más he disfrutado de los leídos hasta ahora de Conquistas y en el que Jean-Luc Istin – guionista principal – ha sabido sacar lo mejor de guionistas y dibujantes para crear una historia de la humanidad en sus momentos más desesperados.
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