El género de montañismo tiene un público fiel. Películas como “Everest” o mangas como “El Rey de la montaña”, son ejemplos de cómo la industria cultural se ha inspirado en él.
High Crimes es un cómic sobre alpinismo, disfrazado de thriller. Aprovecha los elementos de ambos géneros para crear una interesantísima historia y acercarnos a un deporte de elite poco conocido.
Sinopsis
La antigua atleta olímpica Zan Jensen se oculta de su pasado en las calles de Katmandu, esperando el momento de alcanzar la cima del Everest. Junto con Haskell, un antiguo escalador de gran altitud y su único amigo, trabajan como guías de montaña, mientras espera su momento.
Pero el verdadero negocio de ambos es el de recuperar los cadáveres que el Himalaya se ha cobrado, para devolvérselos a sus familias a cambio de un precio. Cuando Haskell encuentra un cadáver anónimo y solicita el rescate por él, descubre viejos secretos de la Guerra Fría que la Agencia está empeñada en que permanezcan ocultos.
Comienza así una carrera por alcanzar la cumbre, para la que Jensen no estará preparada, con el único objetivo de salvar a su socio y evitando no ser otro cadáver más en la ruta de ascenso.
Alpinismo y thriller
High Crimes se puede ver solo como un thriller noir, con el monte Everest de fondo. Si bien es cierto que este es intenso e interesante, tiene bastantes elementos en común con obras como el anime Cliffhanger – Kokou no Ito – o La cumbre de los dioses, obras más introspectivas y muy influenciadas por el alpinismo.
Seamos sinceros, el alpinismo como género literario es aburrido. Sin bien la experiencia de llegar a los más alto del mundo es algo abrumador y casi indescriptible, la mayoría de los que lo han conseguido son autores con un verbo suelto. Frases cortas, descripciones muy parecidas y lenguaje esquemático invaden la narración.
Además, el monte Everest, posee un atractivo especial. Llegados a cierta altura, se marca un punto de no retorno: el poco oxígeno, que solo se pueda avanzar en fila de uno y unas condiciones más que hostiles para el ser humano, hacen que desde los 8000m el escalador este solo, aun en compañía del resto del equipo de escalada.
Pero, aunque los autores, Christopher Sebela (guionista) e Ibrahim Moustafa (Ilustrador), deciden “disfrazar” la historia como un intenso thriller, High Crimes es una historia de alpinismo y escalada. Zan y Mars Sulivan – el cadáver desconocido y segundo protagonista de la obra, del que no queremos revelar nada– son la representación que se espera de “el escalador”, centrados en el ascenso, mientras vuelcan todo lo que sienten sobre los lectores y esperando la redención en la cumbre.
Opinión
El truco que plantean los autores, unir el alpinismo y el thriller, funciona y nos enganchamos al cómic en una primera lectura, esperando que Zan “gane”, mientras pasamos páginas y páginas del viaje personal de dos personas rotas: Zan y Mars Sulivan, en busca de redención.
Es muy interesante la parte “técnica” de la escalada. Se usa la falta de recursos de Zan para presentar el equipo y los peligros que supone, presentarnos el campo base o los distintos puntos de descanso o el terrible punto de no retorno.
Obras como las que nos hemos referido antes, Cliffhanger o La cumbre de los dioses, son sin lugar a dudas el mejor acercamiento al género de alpinismo. Pero estas se hacen difíciles de leer, si las comparamos con High Crimes. Entramos a ella de cabeza y no separamos la vista del cómic hasta que hemos pasado la última página.
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