- Hola, Mike (<pronunciado ‘maik’>), ¿cómo te va?
- Hola, Joe (<pronunciado ‘you’>), pues mal, la verdad…
- ¡Rayos, Mike! Te veo taciturno y apesadumbrado, ¿qué te ocurre?
- Verás, Joe. Mi mujer y yo queremos disfrazarnos este Halloween pero no sabemos de qué. No encontramos el disfraz que se adecúe a nuestras necesidades…
- Tranquilo, Mike, ¡que te voy a ayudar! Dime, ¿cuáles son los requisitos de tu disfraz?
- Verás, Joe. Mi disfraz quiero que sea elegante, pero no de gángster, de traje, pero no así muy formal, algo retro, y con pelo blanco, que queda muy distinguido… y así como de firmar cosas…
- No me digas más, Mike. ¡Tengo el disfraz perfecto para ti, ¡irás de “Juice demon”!
- ¿De “Demonio del zumo”, Joe?
- ¡Sí, Mike! ¡Y por sólo 29.99 $!
- ¡Caramba, Mike! ¡Tú sí que sabes! Pero… ¿y mi mujer?
- Tranquilo, Mike. Dime los requisitos del disfraz de tu mujer…
- Pues verás, Mike. Ya sabes que los disfraces de mujer suelen ser, a más adulta, más de pu… purilla, pero no queremos que sea una “no sé qué sexy”, queremos que sea algo sexy de por sí. Mi mujer es algo friki, pero tampoco queremos que sea algo extremadamente friki porque, ¿sabes?, no la eligieron reina del baile en el instituto por ser friki precisamente…
- ¡Lo sé, Mike! Recuerdo que era la capitana del equipo de animadoras, con aquellas enormes… ¡pompones!… sigue, Mike, sigue…
- Pues eso, que buscamos algo friki, pero sexy, y tampoco queremos gastarnos una pasta, porque hay trajes de cosplay que valen cientos de dólares, y con nuestros 5 hijos, tampoco queremos derrochar… Tampoco queremos que sea algo que lleven todas las mujeres, la mía ha de destacar, llevar algo único o, al menos, limitado, pero tampoco queremos ir de “míralos, qué raritos”…
- No te preocupes, hoy es tu día de suerte, Mike. Conozco el disfraz perfecto para tu mujer. Todos sabemos que Harley Quinn va a ser el disfraz estrella entre las féminas este año en carnavales pero, ¿a qué precio? ¡Cientos de dólares, Mike! Con lo que vale un disfraz de esa pu… purilla, ¡tú podrías comprarte un iPhone!
- Bueno Joe, un iPhone… es muy caro… igual un Zetta…
- No, Mike, ¡un iPhone! Pero te voy a enseñar un disfraz que, siendo muy similar al de Harley, es totalmente diferente, y que cuesta, por seguir con el símil telefónico, lo que un Xiaomi. ¡El disfraz de “la bateadora asesina”!
- ¡Caramba, Mike! Pero, ¿no es lo mismo pero con otro nombre? ¿Qué es, extremeño?
- No, Joe, es chino. Pero, a fin de cuentas, ¿qué no está fabricado en China hoy en día? Tú piensa, nadie notará la diferencia, pero si le preguntan “¿Tú también de Harley?” podrá decir, “No, no soy tan vulgar, voy de bateadora asesina…”, y será la envidia del resto de mujeres de la fiesta.
- Tienes razón, Mike… Creo que lo voy a comprar…Ains… No sé, Mike… Dame un último argumento…
- Pues como último argumento, lo mejor para tu caso, si compras los dos, te regalamos el disfraz para los peques, ¡unos maravillosos disfraces de Retris, el juego de las fichas que caen!”
- Me has convencido, Mike. ¡Me los quedo todos!
Y, ahora que ha terminado el anuncio:
- Dime que no has leído el texto como un verdadero anuncio de teletienda.
- Dime que te has dado cuenta del momento en el que he cambiado los roles de Mike y Joe.
- Comenta y da tu respuesta a los dos puntos anteriores, ¡que esto sí que es gratis!
(Infocomercial inspirado por ‘Me ha tocado la china’ by SSC)
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