El proceso de creación de un buen vino empieza con la selección de la uva. Richard, de los Ignorantes, nos lo explicaba, cuando la vendimia escoge la uva según el dulzor que quiere para su vino. Este tipo de decisiones se ve bien reflejada en el juego de DEVIR, La Viña.
Trasfondo
La viña de un anciano viticultor enfrenta a sus herederos. La uva lleva desatendida mucho tiempo y las parras y sus variedades han crecido sin supervisión. En su testamento, el difunto ha escrito su deseo de que el terreno recupere su esplendor y su negativa a dividirlo. Por ello ha dejado por escrito que la viña será para quien consiga crear el mejor rendimiento, en cantidad y calidad.
Es temporada de vendimia y varias bodegas han puesto precio a la uva. Los herederos han decidido que es un buen momento para reclamar tan preciada viña.
Recogiendo la uva
José Ramón Palacios nos ofrece un filler de colocación de trabajadores y draft, que sirven para representar la recogida y entrega de la uva durante la cosecha.
Por turnos cada jugador moverá a sus vendimiadores por el renque (pasillo entre las cepas) para recolectar la uva que las distintas bodegas necesitan para sus vinos. Se podrá tomar una de las cartas de vid del espacio que ocupa, al principio o al final del movimiento.
Cuando un vendimiador salga de renque efectuará podrá satisfacer la entrega de la uva a las bodegas y una de sus fichas de barrica. Esto le supone ganar “puntos de prestigio” y volver a colocarse al principio del renque para la siguiente ronda. Cuanto un jugador hace una entrega entregando su última ficha de barrica, se produce el final de partida y veremos quién es el legítimo heredero de la viña.
Opinión
La Viña es un juego que cumple con su función perfectamente: ofrece partidas rápidas con reglas y mecánicas simples. Todo en él está bien medido y equilibrado. Por ejemplo, que el movimiento del vendimiador es obligatorio y siempre hacia delante, sirve no solo para controlar el draft, sino que evita que los jugadores iniciales tomen ventaja de su posición. Si un jugador se adelanta demasiado, cede posibilidades de vendimiar la uva que pueda ir saliendo.
Los elementos del juego ayudan a introducirnos en el contexto del juego: el tablero representa un renque, los puntos de prestigio vienen definidos por etiquetas, botellas y premios vinícolas. Además, el arte del ilustrador Joan Guardiet, que ya pudimos ver en Check Point Charlie, sirve para terminar de encajar la temática del juego.
Reglas simples, un precio reducido y un buen trato del trasfondo del juego, hacen de la viña un filler perfecto para empezar o acabar una tarde de juegos.
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