[Reseña] Veracruz 1631. Cuando el capitán se hunde siempre con el barco. Sin valoraciones aún

Quién no ha querido fondear un buen número de barcos y hacerse a la mar para volverse inmensamente rico. Y si además os digo que para ser el más rico debes ser el más avaricioso, ya ni hablamos. Pues estamos de suerte, porque tenemos un juego de mesa ligero que nos da la posibilidad de hacernos valedores de una flotilla e intentar hacernos asquerosamente ricos probando a superar a nuestros competidores.

Veracruz es un juego de tablero ligero de 2 a 4 jugadores que nos llega por parte de GDM. Vamos a fondear distintos buques con materias primas para obtener nuestras ganancias. Pero como siempre, no todo va a resultar tan fácil.

Nuestros barcos no son precisamente perfectos, y van a tener dos aspectos que habrá que tener muy en cuenta. Primero cada barco tiene una capacidad máxima de carga, esto quiere decir que los jugadores se van a tener que dar prisa en llenar los barcos que quieran que lleguen a flote con sus mercancías. Además, vamos a observar cómo las mercancías que vayamos cargando en los buques van a inclinar estos mismos según dónde coloquemos nuestros productos. Esta inclinación será determinante a la hora de saber si el barco llegará a puerto o no. Por lo que además de tener una carrera a la hora de introducir mercancías, vamos a tener que controlar dónde y cómo las añade cada jugador en cada buque.

El tablero representa tres barcos, el Juncal, el Santa Teresa y el San Antonio, así como unas condiciones meteorológicas. Tras situar los marcadores en las casillas cero de peso y equilibrio de cada barco, se coloca otro en la posición tres del icono de meteorología. Se lanza el doblón. Al aparecer sol, se sube un punto su valor; con la tormenta, se baja uno, aumentando la dificultad para que los barcos desequilibrados se mantengan a flote. Puedo centrarme en equilibrar el barco por el que he apostado y en cargar demasiado el que creo que se va a hundir. Sin embargo, quizás los demás deduzcan mis apuestas y traten de sabotearlo todo…

 

Pero como he dicho antes, este juego es un juego de apuestas. Y ya que vamos a la ludopatía, hagamos que las apuestas sean apuestas de verdad. Además de obtener ganancias con las mercancías que añadamos a los barcos, la apuesta fuerte viene en la decisión de si cada barco llegará o no a flote a puerto. No hay nada mejor que jugar con la vida de esos sucios marineros!!

Por lo que entra en acción la mala leche de cada uno al intentar hundir premeditadamente los barcos que crea conveniente. Amañando las apuestas como buen hijo de vecino. Qué mas da si por el camino naufragan un par de grumetes, el oro lo vale todo. Sino este juego no se llamaría Veracruz maldita sea!

Creo que Veracruz 1631 es un juego donde la estrategia tiene un papel muy importante y no tanto la suerte. Las acciones de cada jugador repercuten muchísimo en el trascurso de la partida, y esto condiciona a que cada uno no sólo esté a atento de su jugada, sino que tiene que tener ucho cuidado con lo que hace sus constrincantes para poder adelantarse a las jugadas de los demás.

Resumiendo. Veracruz 1631 es un buen juego para ir abriendo boca y calentar el ambiente. Sobre todo si la tarde/noche consecuente vamos a tener que competir contra los mismos jugadores con los que nos enfrentamos en este juego. La dinámica del juego es bastante rápida y el desenlace de la partida es inmediato. Dejando ganas de probar algo más pesado siendo perfecto para su cometido como filler. Al ser los barcos «comunales» sin tener un dueño específico, el juego puede llegar a ser un bonito caos donde la regla principal es un sálvese quien pueda. Conseguir este tipo de dificultad en un juego tan corto y sencillo, es un gran acierto, y hace que sea una muy buena opción para cualquier jugador medio con ganas de pasárselo bien.

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