Nunca hemos ocultado que en la redacción no sabemos nada de cosplay. Hemos comenzado a interesarnos por ello hace poco y siempre nos acercamos al cosplay con el más absoluto de los respetos y admiración por aquellos que dedican su tiempo para que su cosplay luzca lo mejor posible.
Hace poco, un programa de televisión de Madrid intentó mostrar esta afición y, la verdad… lo hizo muy mal.
¿Qué pasó?
La semana del 27 de Marzo al 2 de abril la directora del programa contactó con varios cosplayers madrileños, para realizar un reportaje sobre el cosplay. La idea era hacer un reportaje que mostrara el mundo del cosplay: gente normal que tenía por hobby “cosplayearse” de un personaje de su serie, videojuego o manga favorito y de cómo disfrutaban de ello, ya sea interpretando el personaje (cosplay) o creándolo (cosmaker).
La historia pintaba bien, razón por la cual Sil Moriyama y Benihime Chan, entre otras, accedieron a ello.
Pero una vez accedieron empezaron con exigencias ridículas y extrañas, retratando a los cosplayers como monos de feria.
La primera fue que, aparte de enseñar sus cosplays, si podían vestirse con alguno en sus casas. Sil directamente dijo que no, pero que accedía a enseñar las sesiones fotográficas que tenía y todos los cosplays de su armario. Benihime Chan accedió a vestirse con un cosplay en casa delante de las cámaras, sin problema, e igual que Sil, también ofreció las fotografías de sesiones que había realizado, ya que, es en dichas sesiones donde se puede explicar mejor la parte «play» de la palabra «cosplay»
Eso no pareció ser suficiente, porque lo siguiente que pidieron era que hicieran una sesión fotográfica de 2 días en la calle. Una amiga de Sil Moriyama, dijo que le era imposible, tenía que entregar un trabajo universitario muy importante. ¿Creéis que el programa entendió la situación? En absoluto, ya que en la respuesta que dieron no se mostraron comprensivos.
Tanto a Sil Moriyama como a Benihime Chan, también les propusieron hacer una sesión de dos días en la calle y ambas contestaron igual. Una sesión fotográfica cuesta dinero, hay que pagar al fotógrafo por su trabajo. Además, una sesión en el exterior acarrea más problemas y más en plena plaza de Callao, con transeúntes, como se propuso inicialmente, y no pega para nada con los cosplays que suelen llevar.
Tras explicar lo que implica una sesión de fotos, parecía que el programa lo había entendido. Pero lo siguiente que se les pide es que salgan en cosplay a hacer vida diaria. La idea era que los transeúntes se sorprendieran y preguntaran por el cosplay mientras las grababan con la cámara. Monos de feria.
Quizás creían que les hacían un favor al mostrarles así en television. Lo primero es que los cosplayers son estudiantes o trabajadores, con una vida y que para que haya un reportaje sobre el cosplay son ellos los que son necesarios, no al revés.
Por último, se querían sacar a las parejas de las cosplayers, en el caso de Benihime Chan a su compañero de piso. Benihime: “Le dije a la reportera que mi compañero de piso también era cosplayer, me dijo que si podía salir. Le comenté su horario de trabajo y que era complicado porque tenía operaciones. Flipó cuando se enteró de que es podólogo. ¡Hala! ¡Pero si es un trabajo bueno!”
El resultado fue obvio. Han rechazado el colaborar en el reportaje, pues no hace ninguna gracia que la comunidad cosplayer de España salga retratada como bichos raros para la televisión, como si fuera algo normal el salir «disfrazados» a tomar un café al bar de al lado:
«Hoy no hace buen día, ¿no pasaré frío si soy Harley Quinn? Que frío ¿no? Mejor me cosplayeo de Mei que así voy calentita». Estos no son los pensamientos de un cosplayer, obviamente.
Los cosplayers trabajan en sus cosplays como hobby y algunos pueden ganarse la vida con ello. No son una tribu urbana, no salen a la calle con sus cosplays a trabajar o a hacer la compra. Lo hacen por diversión y hay eventos en los que el trabajo de varios meses se luce en pocos días. Es indignante que quieran mostrar en la calle a los cosplayers como bichos raros.
El cosplay es un hobby, como lo puede ser leer cómics, pintar miniaturas, escribir en un blog o jugar al fútbol (cuando son aficiones). Como todo hobby, tiene su técnica y aprendizaje, en el caso del cosplay, y por lo que creemos implica muchas categorías: patronaje y costura, maquillaje, ingeniería, actuación, fotografía, etc.
Es difícil que hoy haya un evento “friki” y no ver cosplayers luciendo sus trajes, pues ese es su momento y su lugar, y no una concurrida calle o plaza. Los espacios para sus sesiones de fotos están acorde con el personaje que interpretan en ese momento, les cuestan su tiempo libre y recursos. Incluso empieza a haber fotógrafos profesionales de cosplay y que realizan sus propios reportajes.
Aunque los cosplayers están encantados de hacerse una foto, en los eventos a los que acuden, mucho se ha peleado para que los visitantes atiendan a una mínimas normas de “cortesía»: 
Mientras escribo esto, otro programa plantea una oferta similar, con la única remuneración de publicidad y difusión. Parece demasiado común que, desde las cadenas de televisión, se contacta con cosplayers para que acudan a programas de telerrealidad, nada que ver con el cosplay, con la mera excusa de hacerse promoción. Otra cosa son los programadas divulgativos, a los que también han acudido con la sana intención de difundir su hobby. La remuneración, personalmente, debería ir acorde a la labor en la que se acude al programa: como colaborador (con contrato) con una remuneración económica, acorde a contrato; como invitado no suele haber remuneración, aunque esto no es siempre así. Independientemente de este tema, debería mostrarse un respeto hacia la persona y el colectivo cosplay, que no se ha mostrado en el caso que comentamos.
Me alegra la actitud que ha tomado la comunidad cosplayer en España de no acudir a estos programas o colaborar con ellos y promocionar el hobby. Desde El Cornetín estamos muy orgullosos de todos vosotros.
Los cosplayers no son bichos raros, son gente increíblemente imaginativa, muy activa y con profesiones que van desde estudiantes a cirujanos y todos merecen nuestro respeto.
Os dejamos con esta entrevista a @Nebulaluben en Non Stop People, donde creemos que se explica perfectamente esta afición. Ver video
Insistimos, no somos expertos en cosplay. Si hemos cometido algún error o molestado a alguien, estaremos encantados de que nos los comentéis. ¿Que opináis vosotros?
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Pues fíjate que siendo una inculta en estos temas a los cosplayer siempre los había reducido a espacios frikis, nunca como tribu urbana porque nunca me he cruzado por medio de la Gran Vía con ninguno. Lo poco que conozco me flipa por el detalle con el que hacen los trajes.
Me parece triste que se de una imagen que no es, eso hace plantearse lo que nos cuentan de verdad o mentira en la tv.
Me apunto lo de preguntar si quieren fotos, la verdad que no me lo había planteado. Mal por mi parte.
Gracias por el post, ayuda a entenderlos.
Gracias por tu comentario. Nosotros no sabíamos del «Cosplay is not Consent» hasta que nos lo explicaron.
Si quieres hacer un reportaje de algo sobre lo que no entiendes, lo primero que tienes que hacer es informarte sobre ello.
No cuesta nada, una vez que has contactado con un/a cosplayer, preguntar qué hace con los trajes, cuando los usa, el proceso de elaboración y, si acaso, proponer una sesión de fotografías o una grabación, evidentemente en un horario en el que el/la cosplayer pueda, para que se aprecie lo dificultoso que puede llegar a ser el lucir un buen cosplay. Me parecería un bien enfoque si acaso.
Pero eso de «ponte un traje y a la calle»… ¿de verdad creen que es tan fácil como ponerse la equipación de un equipo de fútbol y salir a la calle?