Así es. Hace unos días Twitter nos regalaba esta maravilla de hilo (para los que no manejéis Twitter, más adelante recopilamos toda la historia):
Hoy le he explicado los juegos de rol a mi abuela de 85 años, hecho una ficha marranera y le he contado cómo tres bandidos la asaltaban…
— Yeray Pérez Vallejo (@minicarbonara) 27 de julio de 2017
Tan pronto lo leímos, nos pusimos en contacto con Yeray –el nieto en cuestión– y le hicimos algunas preguntas. Si queréis saber más de cómo surge, cómo fue y de cómo continuará la historia de Rosarito the Barbarian, seguid leyendo.
Rosarito the Barbarian: la crónica
- La partida de rol con tu abuela se ha vuelto viral. ¿Cómo surgió? ¿Qué tal salió?
Pues… un poco por casualidad. Estaba de visita familiar en casa de mi abuela, leyendo un rato después de trabajar con el portátil. Me estaba repasando el manual de FATE básico, un sistema multiambientación que estoy probando en mi última crónica.Mi abuela, en un descanso de los chismorreos de la tele, me preguntó qué leía. Le expliqué que era un juego de inventar cuentos con amigos, que uno contaba lo que estaba ocurriendo y los demás decidían qué hacían los protagonistas. Le dije que era muy sencillo jugar, y le ofrecí probarlo sobre la marcha.
“¿Eso no será muy complicado?”, me decía. Para ilustrarlo, arranqué una hoja de libreta y marraneé un monigote y cinco o seis habilidades básicas. “Mira, esta es Rosarito la caballero andante. Es muy fuerte y muy ágil (mientras ponía números en la ficha para fuerza y destreza) pero hace mucho ruido cuando se mueve (sigilo bajo).”
Cuando tenía la ficha hecha la puse entre los dos, cogí otro trozo de papel y le hice un plano sencillo. “Imagínate que estás en tu caballo, camino a un pueblo, y tres bandidos te salen al paso con espadas desenvainadas a la voz de ¡la bolsa o la vida!…” el resto ya lo puedes leer en el tuiter.
- En Twitter, y aquí mismo, tenéis la historia completa (incluyendo la segunda parte que pudieron jugar al día siguiente):
Hoy le he explicado los juegos de rol a mi abuela de 85 años, hecho una ficha marranera y le he contado cómo tres bandidos la asaltaban…“¡La bolsa o la vida!”. Ha dejado inconsciente a uno de un bolsazo, decapitado a otro de un crítico y el último ha huido a buscar otro trabajo.
– Un bandido muerto, otro inconsciente y el otro ha huido.
– Pues recupero mi bolsa y remato al inconsciente.
– (JODER, ABUELA, VIENES FUERTE). Ok, sigues hasta un pueblo amurallado que ofrece recompensa por un ogro.
– Me hago amiga de todo el mundo, que no le quiero mal a nadie.
– ¡Dile eso a los bandidos!
– Ay, es que se me fue la mano…
– El jefe del pueblo te explica que si rescatas a su hija te recompensará con su tesoro o con su mano.
– Ay, pero si somos mujeres las dos.
– No pasa nada, este reino es muy progresista.
– Ah, pues entonces salgo a buscar al ogro, a ver si lo puedo capturar sin matarlo.
– Caminas por el bosque y escuchas un estruendo delante.
– Me acerco así, pasico a pasico, a ver si es el ogro y pillarlo por la espalda.
– Es el ogro, partiendo árboles y amontonándolos.
– Si lo enfrento así me gana, ¿no?
– Cinco metros de alto, tú dirás.
– Ok, me escondo. (Abuela falla tirada de sigilo)
– ¡Te ha visto! Va hacia ti con el tronco que acaba de arrancar.
– ¡Pues dejo a mi caballo y me escabullo! (Ogro falla percepción)
– Ok, el ogro coge a tu caballo como si fuera un perrete, los troncos y se va.
– Pues lo sigo, juntando ramas secas.
– Sigues al ogro a distancia y ves cómo se mete en su cueva, de la que salen sollozos.
– ¡La princesa! Pues comienzo un incendio.
– QUÉ
– ¡Claro! Con las ramas que he cogido y hojas secas. Así saldrá y mientras tanto yo entro a por la princesa.
– Esto no puede acabar bien… (Rosarito prende fuego al bosque)
– Ahora me escondo por el lado contrario.
– El ogro sale, se echa las manos a la cabeza y corre al fuego.
– ¡Me cuelo a la cueva!
– Hay una mesa, una silla y una cama enormes. En la mesita hay una jaula con la princesa dentro.
– Aaaahí me subo.
– La jaula está cerrada con un candado gordo (falla tirada) y no parece que puedas forzarlo. ¡Fuera se oyen pasos!
– ¡El ogro! Me escondo.
– El ogro entra echando votos, que como coja al que le ha prendido fuego a su bosque…
– Pues menos mal que (éxito en sigilo) no me ve…
– El ogro se termina el jabalí asado que se estaba comiendo. En su cinturón puedes ver la llave de la jaula.
– ¿Y luego se va a dormir? Ea.
– Ronca como un desprendimiento de piedras.
– Pues salgo y lleno un saco bien gordo de tierra y piedras.
– …qué.
– Sí, sí, hazme caso.
– Ok, has llenado un saco tamaño ogro. Es tan alto como tú y pesa un quintal.
– Lo arrastro a la cueva y hasta la mesita (éxito en fuerza)… Y AHORA SE LO TIRO ENCIMA DE LA CARA.
– ¡¿Qué?!
– ¡QUE NO PUEDA VER NI RESPIRAR! (#RosaritotheBarbarian)
– El ogro se despierta y empieza a patalear y hacer aspavientos. ¡Tira la jaula de un manotazo!
– ¡Ahora! Busco hueco entre los barrotes.
– ¡El porrazo ha deformado la jaula! Sacas a la princesa por un hueco.
– ¡Y mi caballo está fuera!
– Equilicuá, pero el ogro se levanta…
– Nos montamos corriendo en el caballo y echamos al galope (falla tirada).
– ¡El ogro os pisa los talones! Es que tiene patas largas.
– Ea… Ay, si mi caballo tuviera alas podríamos escaparnos volando.
– Y si yo tuviera ruedas sería una bici, Mona (Mona es el mote de Rosario). Es un caballo normal.
– Bueeno (falla la tirada de montar).
– El ogro os pilla y le da un tortazo a vuestro caballo. Rodáis por el suelo.
– ¡Me ha lisiado!
– Aún no.
– El ogro: “¡Tú vas de vuelta a la jaula y a ti te voy a merendar!” (ataca)
– ¡Ahivá! (defiende con éxito)
– Te agachas a tiempo.
– Soy la mejor. ¿Me puedo esconder?
– Mira a ver (tira). Ok, te escabulles con la princesa tras un árbol.
– Me pongo a cantar.
– ¿QUÉ?
– Para despistarlo.
– La princesa te toma por loca e intenta huir (falla) pero tropieza. El ogro os encuentra. “¡Así que tú sí cantas! Me la comeré a ella”
– ¡Me escapo trepando!
– A ver (falla otra vez). El ogro te coge tronco arriba y coge a la princesa con la otra mano. ¡A casita!
– ¡Espera…! ¡Detente, ogro! Soy el príncipe Serafín, del Bosque Oscuro, temido en todo el reino.
– ¿Pero qué dices, Mona…?
– Que lo quiero engañar.
– Bueno, no es muy listo, pero… CRITICAZO… con gesto temeroso te deja en el suelo. “¡Oh, por favor, no me hagáis daño!” (Rosario sonríe). “Perdonadme, príncipe Serafín. Volveré a mis asuntos.”
– Pues deja aquí a la princesa.
– ¡Pero si la rapté honestamente!
– ¡A callar!
– La princesa te mira incrédula: “¿De verdad eres el príncipe Serafín?”
– ¡Chsst!
– Vale, el ogro se va.
– ¿Y el caballo?
– Hecho mixtos.
– Ea.
– Estáis solos.
– Le cuento a la princesa que no soy el príncipe Serafín, soy otro príncipe que he venido a rescatarla y casarme con ella.
– Pues la princesa, aliviada de que no seas Serafín el Temible, vuelve contigo al pueblo donde te reciben a hombros.
– ¿Entonces he ganado?
– Pues sí. Has engañado al ogro y has rescatado a la princesa.
– ¡Ole! Pues otro día podemos inventar más cuentos.
– Claro que sí, Mona (Yeray sonríe).
Rosario y Yeray: rol en familia
- ¿Cómo es tu abuela? ¿Había jugado antes a algún juego de rol o de mesa?
Mi abuela es una señora de 85 años con dolor crónico por una enfermedad autoinmune que le tiene los huesos hechos polvo. Ya sale poquito de casa por su propio pie, pero se desvive por sus nietas y nietos. Hasta donde yo sé, nunca ha tocado un juego más complicado que el parchís, pero sí que le ha gustado siempre contarnos historias y recuerdos o cantarnos coplas de cuando era niña.
- ¿Qué historia tienes tú con el rol?
Yo llevo jugando y dirigiendo rol poco más de la mitad de mi vida, desde el instituto. Casi siempre he hecho de máster, porque me lo paso muy bien preparando historias para mis jugadores, aunque he tenido mis rachas de Pejota (personaje jugador). A lo que más le he dado ha sido a Changeling: El Ensueño (uno de los patitos feos de Mundo de Tinieblas), pero también he tenido largos romances con El Señor de los Anillos (básico y 2ª edición), y como jugador con RuneQuest. Ahora estoy empezando campaña cyberpunk con FATE.
- ¿Por qué decidiste montarle una partida?
Ahora estoy de nuevo en otra ciudad, pero cuando hablo con mi abuela por teléfono me cuenta ideas que ha tenido para «hacer más cuentos” siguiendo los pasos de los hijos de su PJ (que se casó con una princesa al final de la partida). Con un poco de suerte nos volveremos a ver este agosto. ¡Quizá haya más Rosarito the Barbarian!
- ¿Participó alguien más?
No hubo más participantes en esas sesiones, pero mis dos primillas pequeñas (mellizas de cinco años) estuvieron mosconeando a nuestro alrededor y me han hecho prometer que a la próxima jugarán ellas también. En la escena de prueba que les hice domaron tres lobos a tortazos y luego les hicieron cosquillas “porque ya eran buenos”. La cosa promete.
Rol con personas mayores
- Has hablado por Twitter de la oportunidad de jugar a rol con personas mayores. ¿Qué ideas tienes al respecto?
Es una idea que me ronda la cabeza desde hace años, simplemente por tener a mis amigos roleros cerca. Cada vez que paso por delante de una residencia y veo grupos de amigos de setentaitantos jugando a las cartas o a las damas pienso que nosotros estaremos así, pero jugando al Catán o a Vampiro: La Mascarada.
- Pues muchísimas gracias, Yeray, por tu colaboración para este post. ¡Estaremos muy atentos a las próximas crónicas de Rosarito the Barbarian!
¡Gracias a vosotros por poneros en contacto! Ha sido un placer compartir la historia, y espero que tengamos muchas más que contar.
¿Qué os ha parecido la historia? Sinceramente, en la Redacción estamos encantados de haber podido entrevistar a Yeray y estamos deseando poder contaros más aventuras sobre su abuela. Si tenéis alguna historia que queráis compartir con nosotros, poneos en contacto o dejadnos comentarios en este post, así como si queréis mandarle algún mensaje a Yeray o a Rosarito y no disponéis de Twitter. Estaremos encantados de hacérselos llegar.
Genial conocer la historia completa, estuve enganchada al hilo los dos días para ver como iba la «abuela rolera», me parece genial para mantener la mente ágil y compartir momentos intergeneracionales. ¡¡Viva Rosarito!!
Soy de México, esta historia me ha abierto posibilidades sobre actividades familiares. Recientemente incluímos a mi hija en una partida de iniciación de Hombre Lobo: 20 Aniversario, y ha quedado encantada. Ahora jugamos mi esposo, ella y yo, y mi marido me ha dicho que lo hizo principalmente para pasar tiempo en familia.
He jugado rol desde que cumplí 14 años.. Ahora tengo 30 🙂 más de la mitad de mi vida en el rol. Quizás algún día invite a jugar a mis hermanos mayores jajaj xD De mi familia, actualmente, sólo juega una de mis sobrinas mayores 🙂
ME PARECE GENIAL!!!, soy Argentino viviendo en Chile, Jugador de D&D hace 13 años y Con una ABUELA de 90 que de seguro le gustaría rolear… es MUY Activa. He escuchado Rol en reclusos, Niños, Terecera edad, y nosotros de treintaypico. SIGAN DANDO IDEAS y Jugando es lo mejor apra compartir, con mi niño de 12, tenemos una Campaña compartida, Los 2 tenemos PJ, y cada quien relata un pedazo de la historia (en la que es protagonista el PJ del otro)… MUY Entretenido… y nada complicado… Se pone BUeno!!!
ABRAZOS y Muchos críticos…